martes, 28 de mayo de 2013

Instalándome

¡Buenos días!

Lo prometido es deuda, y después de la ausencia, tocaba explicar el por qué.

Finalmente las entrevistas que hice en Madrid para irme a trabajar al extranjero fueron un fiasco. Después de superar las primeras, ya me veía con un pie en el avión y dueña del puesto; pero nada más lejos de la realidad. Las pruebas que yo hice en Madrid se hicieron de manera simultánea en Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla y León, por lo que a la última llegamos unos 20 en total, y a pesar de que mi nivel de inglés es bueno, había mucha gente que parecía completamente bilingüe, por lo tanto, nada que hacer.

Tras la decepción llegó la frustración que ya he experimentado unas cuantas veces. En mi cabeza solamente podía pensar negativamente, y así no se va a ninguna parte, hay que ser optimista y seguir intentándolo. Cuando conseguí convencerme a mí misma de esta premisa, volví a intentarlo, pero esta vez dentro de España. No abandoné mis clases de inglés porque me parece una herramienta fundamental, pero no me obcequé tanto con la idea de irme al extranjero.

Mi tentativa de abandono fue revocada por una frase que mi madre me repite hasta la saciedad -voz de la experiencia- el esfuerzo se ve recompensado, y gracias a mi movimiento/iniciativa, o llamadlo como queráis, una empresa se puso en contacto conmigo.

A los dos días me planté en Santiago de Compostela para hacer la entrevista, el resto lo contaré a lo largo de esta semana.
Gracias a todos por cada comentario, tweet de apoyo, visita a mi blog y facebook y por compartir mis vídeos, si no fuera por eso, no habría conseguido hacerme ver! Gracias.

Elena




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