Al fin he realizado las pruebas para
la empresa irlandesa. La mañana del viernes al levantarme empezaron a darme
taquicardias de los nervios que tenía, no me entraba ni el desayuno sólo de
pensar el viajecito que me esperaba. Me arreglé con una camisa de rayas blanca
y una falda negra algo entubada. Opté por ir de zapato bajo, porque no sabía si
iba a tener que caminar mucho. Ya salí tarde de casa, a las ocho menos veinte,
y eso que me levanté a las 6:30 para ir relajada y con tiempo de sobra, no me
digáis que hice tanto tiempo porque a mí se me hizo bien corto. Total que me
tocó una caminata de más de 10 minutos a la parada y luego un bus a la estación
de tren para ir a Madrid.
El tren iba llenísimo, yo con mi bolso de mano, que sí, es muy mono, pero qué
incordio, desde luego yo para señorita no valgo. Ya me diréis para qué metí el
frasco de colonia, un peine, colorete, lápiz de ojos y rímel, vamos parecía más
la de Avon llama a tu puerta que una mindundi que va a una entrevista de
trabajo.
Total, que al llegar a Madrid y encontrarme en Atocha empecé a ponerme
nerviosa, tenía el trayecto más que estudiado y sabía perfectamente todos los medios
de transporte que tenía que coger para llegar a mi destino. La primera prueba
que pasé fue por teléfono, y tenía folios pegados por las paredes como apoyo
por si me quedaba en blanco. No me hicieron mucha falta, pero tenía esa
seguridad del “por si acaso”. El viernes la entrevista era en persona, también
en inglés, pero cara a cara, sin chuletas ni diccionario, ni google translator.
Llegué un poco agobiada con el
tiempo, no quería llegar tarde, no da buena impresión. Mientras miraba el reloj
cada medio segundo como si fuera a pasar el tiempo más rápido, mi mente estaba
siendo bombardeada por pensamientos absurdos “para qué me habré maquillado, ¿eso
va a hacer que hable mejor ingles? y tanto tiempo perdido en peinarse, con
tanto viajecito y el viento, parece que vengo de hacer paracaidismo...”. Toda
esta conversación la estaba manteniendo yo conmigo misma, presa del miedo a lo
desconocido y arrinconada por la hora que se me echaba encima...
Cuando me relajé después de andar un poco, ya vi la calle principal y ahí encontré
el edificio en el que me esperaba el entrevistador. Como no podía ser de otra
forma hice el ridículo antes de pasar la puerta, porque justo fui a la entrada
falsa, vamos que debe ser como una salida de emergencia, y yo intentando abrir
desde fuera. En fin, estas cosas que sólo me pasan a mí. El edificio era
inmenso y lo bordeé hasta que encontré la entrada principal. En recepción me
dieron una tarjeta de visita y les pedí ir al servicio, buenoooo eran puertas
giratorias que te las tienen que abrir y yo empujando como una loca, hasta que
uno que debía ser de mantenimiento, me dijo que esperara, me puse más roja que un
tomate... es que hasta incluso le había dado unas pequeñas pataditas por mi
impaciencia...
A las 10 en punto vino a buscarme una chico, En el despacho el chico acompañado
de su jefa me explicó que era su primera prueba, por lo que su jefa estaba de oyente.
En ese momento me relajé, porque seguro que tanto ella, como su jefa estaban más
pendientes de la primeriza que de mí... Me explicó todo muy bien y tuve que
hacer 3 test.
Al acabar me dijeron que tenía que
esperar a que lo corrigiesen porque si no era apta ya no haría la siguiente
parte, pero sí que la hice, con lo cual el psicotécnico lo pasé. Para la otra prueba me llevaron a una sala que parecía como de formación y me
dijeron que esperase 5 minutos. Los nervios me estaban matando por dentro y
notaba como me temblaban las piernas a pesar de que las tenía cruzadas, para
evitar precisamente que se notase. El entrevistador se sentó enfrente de mí y
cuando empezó a hablar en inglés y me estaba enterando de todo, la calma se
apoderó de mí, menos mal. Fue un poco parecida a la prueba que ya había hecho,
la diferencia era que esta vez de manera presencial. Contesté a todas las
preguntas que me hicieron y a todas las hipótesis que me plantearon.
Salí de allí con una sensación de satisfacción que desconocía, me despedí
cordialmente y abandoné el edificio (esta vez por la puerta correcta) así que
ya me llamarán si les intereso. Yo salí muy contenta, porque me ha salido todo
bien y si no me cogen únicamente será por el idioma, que eso tiene solución en
unos meses; ¡a ver qué pasa!
Gracias a todos por el apoyo que estoy recibiendo ;)
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